Con Sketches of groove el trompetista subió un escalón en su condición de estrella emergente de la escena local - bastante nutrida, la verdad - puesto que confirmaba en estudio lo que una prolífica actividad en directo y sus innumerables colaboraciones ya transparentaban. Con Evocación ya se trata de una contundente constatación de que este compositor y trompetista de origen francés y profundo arraigo barcelonés es una referencia imprescindible de la escena jazzística local, española e internacional.

Colom se ha demostrado un experimentador de sonidos, texturas y ecos de músicas culturalmente alejadas en muchas ocasiones. Desde esta perspectiva, Evocación se antoja como una de las simbiosis más brillantes, abiertas y complejas del maridaje del jazz con el flamenco. Huyendo de las numerosas inercias que lastran desde hace años este tipo de maridaje. Y ello en un mercado catalán y estatal donde no son pocos los intérpretes y compositores que se aventuran con proyectos parecidos... vvvvvv

Con Sketches of groove el trompetista subió un escalón en su condición de estrella emergente de la escena local - bastante nutrida, la verdad - puesto que confirmaba en estudio lo que una prolífica actividad en directo y sus innumerables colaboraciones ya transparentaban. Con Evocación ya se trata de una contundente constatación de que este compositor y trompetista de origen francés y profundo arraigo barcelonés es una referencia imprescindible de la escena jazzística local, española e internacional.

Colom se ha demostrado un experimentador de sonidos, texturas y ecos de músicas culturalmente alejadas en muchas ocasiones. Desde esta perspectiva, Evocación se antoja como una de las simbiosis más brillantes, abiertas y complejas del maridaje del jazz con el flamenco. Huyendo de las numerosas inercias que lastran desde hace años este tipo de maridaje. Y ello en un mercado catalán y estatal donde no son pocos los intérpretes y compositores que se aventuran con proyectos parecidos... vvvvvv

El trompetista Raynald Colom traza puentes entre el jazz y el flamenco en su último álbum Evocación. Se trata de su tercer disco como líder y el primero en el queincide de lleno en territorio jondo, aunque con anterioridad ya había participado en la grabación del álbum Mi forma de vivir del cantaor Duquende, y asimismo había colaborado estrechamente con el guitarrista Juan Gómez Chicuelo en su disco Diapasión.

Autor de un tema (‘De ida’) y coautor de otros dos junto a Colom (‘Y vuelta’ y ‘Como el cielo, las estrellas’), Chicuelo es el principal colaborador con que ha contado el trompetista a la hora de perfilar este trabajo que se presentó el pasado sábado en la plaza del Rei, y en cuya formación hubo que consignar algunos cambios con respecto a los músicos que intervinieron en la grabación. Así, no estuvo ni el contrabajista israelita Omer Avital ni el baterista norteamericano Eric McPherson, siendo sustituidos con acierto por el gran contrabajista occitano Pierre Boussaguet y el eficiente batería cubano Dafnis Prieto.

El concierto se inició con el tema que da nombre al disco, un extenso y enjundioso original de Colom que se benefició del cante original y lleno de pureza de Rosario Guerrero La Tremendita, todo un descubrimiento. Para, a continuación, y ya sin la cantaora, atacar dos temas interrelacionados, ‘De ida’ e ‘Y vuelta’, en los que el trompe- tista rayó a gran altura, muy bien secundado por un Chicuelo en estado de gracia.

A partir de ahí, el grupo abordó unas cuantas versiones, empezando por una más que sorprendente adaptación de ‘Toulouse’, un temazo de Claude Nougaro que arrojó entre otros un solo de saxo soprano de muchísimos quilates a cargo del jovenGabriel Amargant. Luego caería otra remarcable aunque un pelín larga versión, en este caso del ‘Sanctuary’ de Wayne Shorter rescatada del legendario Bitches brew de Miles Davis. Antes de rematar la sesión con una magnífica relectura de ‘Zyriab’ de Paco de Lucía, engrandecida por un extraordinario solo del pianista cubano Aruan Ortiz.

Dado lo visto y oído, no cabe duda de que Evocación es a todas luces un trabajo de jazz jondo y redondo que nos acerca al mejor Raynald Colom, muy fino con la trompeta y pletórico como creador.

VITORIA. De él han escrito maravillas. Pero como dice que en este país salen estrellas de la música cada cinco minutos que luego no calan en nada, no se ha dejado llevar por etiquetas. De hecho, salió su anterior disco y se marchó a Estados Unidos buscando nuevos retos sin esperar a dar un concierto de presentación en su ciudad de adopción, una Barcelona que dentro de unos días asistirá al estreno de su último álbum, Evocación.

A la espera de tener en breve el nuevo CD entre las manos, el que será el tercero de su carrera, Raynald Colom se presenta hoy en la capital alavesa para ofrecer, por lo menos a priori, una de las actuaciones más prometedoras de esta edición del ciclo Jazz del Siglo XXI.

Francés de nacimiento, barcelonés de toda la vida y neoyorquino por interés musical, este músico de 31 años no es una joven promesa, es una realidad que escapa a etiquetas y a futuribles proyectos.

Con My fifty one minutes , editado en 2005, empezó a llamar la atención de una manera importante, aunque entre tanto se dedicaba a colaborar con intérpretes de todo tipo y género. Dos años y pico después salió al mercado Sketches of Groove y los que todavía no las tenían todas consigo se terminaron de convencer. Lo que estaban escuchando merecía y mucho la pena.

Dentro de unos días lanzará su tercer álbum, Evocación, un trabajo que se presentará de forma oficial en Barcelona y del que tal vez haya algún adelanto esta tarde en la capital alavesa.

El jazz y el flamenco, y viceversa, se encuentran en la base de este nuevo proyecto, que en realidad es una continuación de la inquietud que Colom ha tenido siempre por distintos géneros, incluyendo otras músicas de raíz. Eso sí, siempre con un lenguaje muy personal, tal vez la característica más reseñable de un músico a seguir con atención.