Snake with surprise Geni Barry & Daniel Cros

“Los discos cuando se hacen con tranquilidad salen mejor”
Entrevista con el vibrafonista Geni Barry y el cantante y compositor Daniel Cros con motivo de la edición de su nuevo disco, Snake with surprise
Virginia Arroyo
29-09-2010

¿Cómo pasáis de la relación de artista y road manager a subir al escenario y entrar en el estudio juntos?

Geni Barry: Un día, cuando yo había ya entrado a formar parte del roster de Rosazul, Daniel me explicó que cantaba y me mostró su música. Entonces empezamos a preparar algunos números y, cuando yo tenía actuación, le invitaba a subir y cantaba un par de canciones al final del concierto. Esto fue en el Cafè Teatre Nou Vapor de Sabadell, en el Bel·luna, en la Jazz Cava de Terrassa… Más tarde, Daniel me propuso que nos pusiéramos en plan serio e hicimos una actuación a dúo en el Auditorio Caja Madrid de Plaza Cataluña.

Daniel Cros: Y progresivamente fuimos colaborando, recuperando temas antiguos y también algún tema mío adaptados al repertorio de jazz. En concreto, mis temas propios han sido un calypso y una samba-jazz, que son ritmos que no se alejan tanto de lo que había compuesto hasta el momento, pero entrándolos en el campo del jazz.

G: Entonces Daniel me cantaba una melodía y la estrategia era convertir ese “tarará” en unos acordes de jazz que fueran interesantes. El trabajo ha sido dar color armónico a sus composiciones.

D: Y después están todas las reglas invisibles del jazz, que es algo que a veces no se conoce. Parece que en jazz todo vale y empiezas y vas arriba y abajo, pero no es así: al contrario. Hay muchos matices que son los que te dan la pauta para ser un buen ‘jazzman’. Como el flamenco o la música latina, el jazz es un género que tiene unas pautas marcadas que se deben respetar.

Y hablando de entrar en géneros, tú, Daniel, antes de hacer este disco te movías en un registro muy diferente, que es, como has mencionado antes, la música latina. Y en este disco has entrado como ‘crooner’, que es un género con unas pautas diferentes y muy concretas. ¿Cómo ha sido el cambio?

D: Curiosamente, primero conecté con el jazz y luego con la música latina. Al acabar la carrera, decidí estudiar música y empecé a estudiar piano, después improvisación y fui entrando en la metodología del jazz, que estudié durante años: solfeo, armonía, arreglos para big band, seis niveles de combo… Me he embebido del jazz y he trabajado en él profesionalmente. Pero llegó un punto en que me dije: “yo no quiero ser sólo pianista, no quiero ser Oscar Peterson, me gusta mucho y disfruto del lenguaje del jazz, pero no es mi objetivo”. Poco después hice un curso de introducción a la música cubana y empecé a conocer los diferentes ritmos afrolatinos. Lo que sí es nuevo para mí en este disco es el hecho de cantar en inglés como ‘crooner’. Yo el inglés lo hablo desde pequeño y me siento cómodo cantando e incluso componiendo en esa lengua. De hecho, al cantar en un idioma lo que estás haciendo es recoger toda la cultura colectiva, la fonética, la historia de esa lengua y toda su riqueza y crear un personaje nuevo que canta o habla en inglés. Y me gusta saltar de personajes, y eso me lo aporta cantar en diferentes lenguas.

¿Cómo has trabajado el aspecto vocal del disco?

D: Pues Geni me ha ayudado mucho porque es muy pero que muy crítico, pero constructivo, y eso te ayuda a ser consciente y a mejorar. También me ha ayudado mucho Ferran Conangla (técnico de sonido). Ahora siento que puedo estar orgulloso de mi trabajo. De hecho, el sistema de grabación de la voz ha sido diferente al que había hecho en otros discos. Ferran me grababa tres o cuatro tomas enteras y él hacía la selección de la toma que más le gustaba después, sin caer en la obsesión de recortarlo y pegarlo todo con el Protools, que hace que se pierda la espontaneidad.

¿Cómo se os ocurrió hacer un disco de ‘standards’ en clave de swing?

G: Es una selección de lo que hemos ido haciendo juntos hasta ahora, una cosa progresiva y natural. Un buen día nos dimos cuenta de que teníamos 7 temas y podíamos grabar un disco. Sólo faltaba añadir un tema o dos, y Daniel se encargó enseguida de componer dos temas propios: “Don’t be afraid to smile” y “Snake with surprise”. Y explícale, Daniel, explícale la historia de “serpiente con sorpresa”.

D: Pues el tema “Snake with surprise” es un regalo mío para él. Geni, al final de sus bolos, suele invitar a cantar a algún alumno o colega, y a estos invitados siempre los presenta con la muletilla: “Y ahora: ¡serpiente con sorpresa!”. Esto viene por una película de Indiana Jones donde a los protagonistas les invitan a comer serpiente con sorpresa, sopa de ojos, sesos de mono… Inspirado en esto, escribí la canción, que finalmente ha dado título al disco.

G: Y pese a que el tema se mueve a ritmo de calypso y su otro tema, “Don’t be afraid to smile” tiene una base de samba, lo hemos armonizado con 50 acordes.

D: Lo más bonito del disco es que surgió de manera natural. Yo soy un poco ansioso y lo hubiera sacado hace dos años, pero nos hemos frenado y lo hemos ido mimando y ha ido creciendo. Y parece que no, pero cuando haces los discos con tranquilidad y con intención, realmente salen mejor y en su momento. Y también creo que es importante remarcar y agradecer el papel que han tenido los músicos que han participado, que han venido como músicos de sesión pero se han implicado mucho, tanto Jordi Gaspar, como José Alberto Medina, como Daniel Levy y Ramón Ángel Rey.

¿Qué creéis que aportan vuestras revisiones de estos clásicos?

D: Depende del tema. En “Autumn leaves”, por ejemplo, empiezo el tema en inglés y lo acabo en francés recordando la versión de Yves Montand. “Wooden heart” es una polca y no tenía nada que ver con el jazz, pero hemos conseguido adaptarla e incluso añadirle un solo de marimba.

G: Lo que pasa muchas veces con los clásicos de siempre es que son una excusa perfecta para estudiarlos, rearmonizarlos y darles un nuevo color cada vez. Es como coger la carrocería de un Ferrari antiguo y añadirle al motor todos los detalles de última tecnología.

D: Exacto. Lo que hacemos es moderno, pero respeta los temas originales.

Entonces, la rearmonización ha sido lo que más trabajo ha dado en este disco. ¿Hay algún tema que te haya hecho especial ilusión rearmonizar, Geni?

G: La verdad es que no: los he tratado a todos como si fueran mis niños, con el mismo cariño. Pero sí que es cierto que cada tema se mueve de forma diferente y hay que tratarlo de forma diferente. Pero sí que és cierto que cada tema se mueve de forma diferente y se le debe tratar de manera diferente. Entonces aquí más que cuestión de amor, es cuestión de técnica. Por ejemplo, “Snake with surprise” inicialmente tenía muchas repeticiones de acordes y la rearmonización creo que lo ha hecho más interesante.

¿Qué artistas han sido vuestra mayor influencia al hacer este álbum?

D: Yo tengo dos referencias: Sinatra y Nat King Cole. Sinatra tenía rigor, seguridad y desparpajo. Era un personaje mediático e incluso un símbolo, un símbolo de América. También me gusta Nat King Cole porque canta suavecito, sencillo y ligero.

G: Yo aprendí mucho de Tete Montoliu, él me transmitía sus conocimientos sin ningún tipo de tabú. Y en el ’84 me presentó al mejor vibrafonista del mundo: Bobby Hutcherson. Y estas dos personas son mis mayores referentes.

Virginia Arroyo, Barcelona, octubre de 2010

Esta entrevista puede ser reproducida total o parcialmente en cualquier medio indicando: © 2010 Rosazul Promo
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